Escribe Dabo en su blog una interesante entrada del tipo reflexión que podríamos catalogar en el género fantástico o ciencia-ficción, trata básicamente de un mal día (más malo que una demanda de la SGAE) en el que la
tecnología falla y nos deja con el mítico culo al aire y más jodidos que
Jenna Jameson.
Pero, ¿qué pasa cuando lo que fallan son las personas y no la tecnología? Pues básicamente te puede pasar lo que a mi y joderte la semana, o al menos parte de ella.
El triste relato que estás a punto de leer es completamente verídico, aunque cualquiera puede calificarlo como fake por la falta de pruebas concluyentes sobre lo que voy a contar ya que no pienso escanear nada ni subir fotos que demuestren lo que digo ni nada de nada.
La cosa viene de días atrás, se me había gastado (al menos) una pastilla de freno (la trasera derecha) y estaba frenando, como se suele decir, a hierro. Cualquiera que lo haya sufrido
en sus carnes sabrá el ruido característico (a hierro, claro) que suena cuando frenas sin pastilla, señal inequívoca de que la
has cagado y además de poner pastillas nuevas vas a tener que cambiar los discos de freno.
Así que entre unas cosas y otras decidí que el Miércoles iría a cambiar los frenos a uno de esos talleres de mecánica ¿rápida? que hay en los centros comerciales y aprovecharía el ¿rato? que se tarda en cambiarlos para dar una vuelta con los crios por el centro comercial y quizás montarlos en algún coche de esos de a un euro.
La primera en la frente, llego a casa por la mañana y se levanta el niño vomitando ... 37,5º ... ya no hay paseo así que me voy solo y dejo el coche en el taller: "Revisar los frenos y cambiar lo que sea necesario". A priori no parecía muy complicado, me revisarían los frenos, me cambiarían los discos y me pondrían pastillas nuevas.
La segunda en la frente también, dos horas después (no es que estuviese dos horas tocándomelos, es que tardaron dos horas) voy a recoger el coche y me encuentro un presupuesto para cambiar las pastillas ... 145 euros ... vaya, parece que he tenido suerte y los discos no están jodidos del todo aunque una duda asalta mi cabeza ¿por qué no han puesto las pastillas? en fín, era tarde y había que irse a comer, volveré el Jueves a primera hora.
Jueves por la mañana, el crio ha pasado mala noche y ha llegado a tener 39 de fiebre así que tampoco me lo puedo llevar y me voy a cambiar las pastillas de freno. Como no, la tercera en la frente también, una hora después de dejar el coche me llaman para decirme que no me pueden poner las pastillas porque tengo un disco completamente gastado (WTF?), así que voy para allá, ahora cambiandos los discos la cosa ya cuesta como 90 euros más, aparte de que ya he perdido una hora y mi coche sigue sin unos frenos en condiciones.
Esto no era un problema mayor ya que yo ya sabía que el disco estaba jodido y que tendría que cambiar los dos de ese eje, aún así aparte de autorizar la
reparación le explico a la mujer que me había atendido lo que yo ya sabía y de paso que había estado allí el día anterior en el cual le dije a su compañero que me revisaran y cambiaran los frenos si fuese necesario, mostrando un especial interés en saber como es que me revisan los frenos y no ven que hay un disco dañado ya que no figura en el presupuesto que me habían hecho y que había formalizado una hora antes.
La explicación, para no dormir: "El
mecánico comprobó los discos izquierdos y viendo que estaban bien dió por supuesto que los del lado derecho también lo estaban" ... :-O
Otras dos horas esperando para poder llevarme el coche, al final me hicieron un buen descuento y los discos me salieron casi gratis, igual que el mosqueo que me pillé y las dos mañanas perdidas haciendo nada. En cualquier caso no volveré a ir, por razones obvias.
Pero hay más, el niño seguía con bastante fiebre así que el Viernes por la mañana me lo llevo a urgencias (el pediatra tenía todas las horas cogidas). Ir a urgencias y que te atiendan bien y rápido puede sonar a utopía, pero la verdad es que tuvimos suerte, en dos horas ya nos habían despachado con una radiografía por medio y todo. Una leve bronquitis, unos sobres para tomar un par de veces al día durante una semana, una receta para otro medicamento y seguimiento por parte del pediatra, perfecto (dentro de lo que cabe).
Pero ahora viene lo surrealista, al llegar a la farmacia (por desgracia la única del pueblo) resulta que en la receta hay una pequeña corrección en el nombre del medicamento, el típico borrón de cuando uno se equivoca escribiendo y lo rectifica por encima (aunque el nombre se leía correctamente).
Pues otra en la frente, me dice la farmaceútica que no me puede dar el medicamento porque el médico debería haber escrito en ese campo que tuvo que rectificar y firmar en el mismo (aparte de la firma que lleva en el apartado correspondiente, claro) así que me dicen que vuelva al médico para solucionarlo.
Por lo visto (no se si es cosa de esta farmacia o de todas) no te pueden
vender un medicamento con enmiendas en la receta si no está especificada la enmienda y firmada por el médico que extiende la receta porque claro, tú puedes haber modificado el nombre para llevarte otra cosa, en realidad solo era (es) una letra o dos las que tienen la susodicha enmienda, pero bueno como hay tantos medicamentos con nombres similares pues a lo mismo tienen su parte de razón.
Intento explicarle a la farmaceútica que acabamos de salir de urgencias, hasta el Martes no puedo ir al pediatra a por una receta
buena (el Lunes es fiesta local) y en urgencias puede estar o no estar el médico que me ha atendido cuando vuelva, aparte de que tendrán otras cosas más importantes que hacer y para un trámite administrativo (y absurdo) me puedo morir de asco allí, mientras tanto el niño sigue con su bronquitis y yo sin el medicamento para darle.
Recapitulando sobre el tema, la farmacia es la única del pueblo y es donde va uno siempre a comprar las medicinas, podrían darme la medicina y llevarles otra receta otro día (en otras farmacias te lo hacen así cogiéndote los datos y tal y cual) o simplemente darme la medicina y después de dársela al niño me acercaría a urgencias a intentar arreglar la receta o que me diesen otra sin enmiendas de esas.
Al final, como el medicamento valía poco más de dos euros con la receta decidí pagar el precio completo y llevármelo directamente y de paso llevarme a la parienta que le había entrado la
vena asesina, con razón.
Pero ... por si no había quedado claro el tema de cuando fallan las personas falta un pequeño detalle, la farmaceútica dice que no me puede
vender el medicamento con esa receta porque cuando lo vea su jefe (será el dueño de la farmacia) le va a montar un pollo y tal y cual y pascual y que claro, la culpa es del médico que tiene que saber eso y rectificarlo pero cuando le pregunto que si me puede vender el medicamento sin la receta me dice que sí, me lo cobra, me lo llevo y cuando llegamos a casa vemos en un lado de la caja que pone
Con Receta.
Espero que cuando su jefe vea que ha vendido un medicamento
Sin Receta que no se puede vender sin ella no le monte el susodicho pollo, ya que aunque fuese con enmienda de por medio podría tener la receta allí que se la ha llevado fulanito al que se la han dado así en urgencias y que está pendiente de llevar una corregida ... yo al menos no pienso molestarme en ir a arreglar lo de la receta o que me den otra, me sale casi más caro el gasto de gasolina que lo iba a ahorrarme y encima con el mal rato que le han hecho pasar a mi mujer. ¡¡Si será por farmacias!!
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